El desarrollo profesional de los docentes
¿La identidad contemporánea del profesor?
Juan Manuel Escudero
(Universidad de Murcia)
Juan Manuel Escudero
En este segundo coloquio hemos tenido la gran suerte de contar con Juan Manuel Escudero, así como dos interesantes artículos en los que participa dicho profesor.
El tema
principal que hemos abordado ha sido el aprendizaje y formación docente. Como
Juan Manuel comienza citando en el diálogo común, es un tema complejo sobre el
que existe un “exceso de discurso”. Estoy de acuerdo con dicha información,
coincidiendo con la idea de que en la formación de profesorado hay mucha teoría
pero poca puesta en práctica, falta de aplicación en el día a día. Aquí incluyo
una referencia a uno de los artículos: “Se trata de un proceso sostenido en el tiempo y situado en el día a
día, no algo esporádico ni aislado”. Asimismo, el desarrollo profesional se sitúa en
uno de los peldaños superiores de interés educativo, adquiriendo cada ver una
importancia mayor.
No cabe duda,
nuestro sistema educativo actual requiere un profundo cambio, pero tal y como
sostiene el autor, cambiar implica una serie de esfuerzos, tiempos, de
los que desgraciadamente no disponemos. En dicha transformación se engloba a su
vez el desarrollo profesional entendido desde una perspectiva diferente. Me ha
resultado esencial la consideración que se hace en uno de los artículos acerca
de la profesión docente entendida no solo como un conjunto de elementos
cognitivos que se deben transmitir a los discentes, sino un amplio espectro de
elementos emocionales (motivación, sentimientos, vivencias, identidad,
implicación, sentido de pertenencia) y como consecuencia un bagaje considerable
de elementos sociales. Con respecto a la motivación, me ha parecido muy
interesante la aportación de la profesora Linda Castañeda al coloquio
refiriendo a la idea de renovar la motivación de aquellos que llevan más tiempo
en el mundo laboral educativo y afirmando, bajo su experiencia, que los
docentes que presentan una mayor motivación son los que más tiempo llevan
trabajando. Desde mi propia perspectiva, me gustaría aportar que este elemento
motivacional es esencial en nuestra labor profesional, infiriendo directamente
en nuestro desempeño diario. Es un aspecto sobre el que tenemos que trabajar no
solo desde una perspectiva externa y objetiva sino con un cultivo personal y
reflexivo de cada individuo.
Por otro lado, quiero
reflejar el enfoque desde el que se aborda en los artículos la atención a la
diversidad. Comúnmente se ha abordado esta realidad desde como una problemática
en el proceso de aprendizaje de los alumnos, sin embargo, es necesario tener en una consideración a las
variables sociales y familiares como decía una de las participantes de la
investigación desarrollada por Juan Manuel y sus compañeros “un chaval que
venga de otro país o viva alejado de sus padres”, también se considera atención
a la diversidad. Creo que es muy importante que seamos capaces de llevarlo a
nuestro día a día.
Al igual que he
podido leer en las aportaciones de distintos compañeros, me ha encantado la
actividad propuesta por el autor, amigos críticos. En general somos bastantes
reacios a que un compañero entre en nuestra clase cuando realmente es una
práctica muy enriquecedora que contando siempre con un punto de vista reflexivo
nos ayuda a mejorar nuestra labor docente.
Finalmente, quiero
compartir mi desconcierto al descubrir que la relación entre la familia y la
escuela es uno de los aspecto que menor relevancia presentan en la
investigación de Juan Manuel Escudero. Tal y como el propio autor resalta,
dicha colaboración es esencial y posee una gran importancia en el desarrollo
profesional. Puede que la falta de consideración esté provocada por un descuido
y desinterés hacia la faceta social y ética de la docencia.